Mario.
Kart. La primera palabra hace referencia al, posiblemente, más
famoso personaje de la historia de los Videojuegos. La segunda habla
de un tipo de vehículo bastante entretenido. Al fusionarlos
aparece Mario Kart, una de las mejores sagas (por llamarlo así) del
universo Mario.
La
entrega de nuestra portátil es la séptima para consolas personales
y es uno de los “imprescindibles” de 3DS.
Como
todos los MK, incluye 16 circuitos nuevos y otros 16 antiguos y
remasterizados. Se saca mucho partido a dos elementos nuevos: el
Ala-Delta, con el que podremos volar; y la hélice, para ir bajo el
agua. Los circuitos incluyen rampas y túneles submarinos para
emplear estos objetos y el efecto está muy bien conseguido gracias
al 3d.
Un plus a este juego es la alta personalización de los karts: se pueden elegir diferentes ruedas, carrocerías y alas-delta. La complicación está en que, por ejemplo, una determinada combinación es veloz y tiene gran aceleración pero no es buena para salir del asfalto. Por eso tenemos que saber elegir bien dependiendo de lo que nos convenga según cada copa.
Los
controles son dinámicos e intuitivos gracias al joystick, pero el
giroscopio (un tipo de control en el que la cámara se encuentra
desde el coche y se gira el volante haciendo lo propio con la
consola) me ha sabido a poco.
La
Nota Final:
GRÁFICOS:
90. El efecto es envolvente gracias al 3d, como ya he dicho
anteriormente, pero el juego no tiene la finalidad de representar la
realidad.
JUGABILIDAD:
82. El joystick es cómodo pero el giroscopio no es muy útil.
ON-LINE:
70. No está mal pero a veces se queda pillado y pide muchas
actualizaciones.
Media
Final: 85 (notable alto). Para mí es una “prioridad” para la
Nintendo 3DS.
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